domingo, 21 de septiembre de 2008

Seriedad y cultura de los pueblos por sus días de fiestas.

Revolviendo entre unos viejos libros me topé con uno de un tal Martin Gil llamado “Del cielo y de la tierra”.
En el año 1938 escribió sobre la seriedad y cultura de los pueblos por sus días de fiesta. En él manifiesta que uno de los procedimientos más rápidos y sencillos para darnos cuenta del grado de seriedad y cultura de un pueblo es el de averiguar cuántos días de fiesta tiene el año, sin contar, desde luego, los domingos y sábados.
Sus cálculos son los siguientes:
Si a los 52 domingos del año les sumásemos otro tanto de días sábados obtendríamos 104 equivalentes en números redondos al 30% de los días del año, lo cual es bastantes días feriados, pero donde ese numero se vuelve gravísimo ya que este numero (104) se duplica es en el terreno de la enseñanza .Pues a esos días, es necesario, sumarle otros 100 días mas, correspondientes al los días de vacaciones. Por lo tanto, nos quedan 160 días del año aplicables a la enseñanza, claro esta que a estos días tendremos, que restarle también, los días feriados los que el autor tilda de “amable plaga” ( día de la bandera, muerte de san martín, del maestro, del estudiante, día de la patria etc.) Haciendo reseña que nuestra historia se encuentra poblada de hombres ilustres merecedores de que fuesen recordados mediante el fácil procedimiento del día feriado, vendría a resultar injusto que no se los honrara así, pero al mismo tiempo un peligro que dicha injusticia fuese corregida, puesto que fácilmente llegaríamos a convertir en feriado los 365 días del año, dedicando las 6 horas restantes al merecido descanso general.
Claro esta que nuestro agudo amigo don Martin, no estaba al tanto que también tendríamos que sumarle a estos días, las huelgas de maestros, toma de colegios y otras yerbas, moneda corriente en nuestros días; así que nos veríamos en la muy complicada tarea que supone hallar la forma de agregar mas días al calendario, para poder seguir descansando, la cabeza de nuestros agotados estudiantes.
Por otro lado, el autor nos explica, que en general, cualquier alteración violenta y repetida del ritmo siempre implica un trastorno, una desorientación más o menos seria, sea cual fuese el fenómeno de que se trate. Y justamente en la labor intelectual, es donde mas se deja sentir.
Esta demostrado científicamente, que lo que mas fatiga, extenúa y desgasta son las continuas alteraciones de una marcha ya que por cada cese de ritmo se requerirá de un nuevo arranque, con su consabido esfuerzo extra para efectuarlo.
A este desgaste innecesario se ven sometidos continuamente educando y educadores.
Con esto señores queda demostrado que, la preocupación por los pocos días dedicados al estudio, no es un tema de discusión, exclusivo de nuestros días, ya que al respecto, desde 1938 venimos quedando mal parados.

Señores dejo a su criterio, como siempre los comentarios, opiniones y correcciones que Uds. consideren convenientes.

Carlos

1 comentarios:

krissis dijo...

Sos un capo,me haces matar de la risa...segui subiendo!!!

SOS EL MEJOR.